10 años de cocción
En poco será diciembre y los calores
en el sur recordarán que allá por el este el sol emerge tempranito desde el mar
y un rancho grande y negro, cueva del descanso, escenario de reencuentros y
aires nuevos vuelve a la acción. El Satori Valizas aceita las bisagras de sus
puertas de uno y otro lado del hogar para recibir su décimo verano que sin ser
el mismo que diez años atrás, se asemeja. Nos aprontamos para abrazar a los
amigos que cada año eligen volver, a los amigos de los amigos que se
multiplican y a otros tantos viajeros que recalan dejando su huella al pasar.
La casa que un día decidió ser hostal,
hoy es taller en invierno, alberga las curiosidades de sus anfitriones
conjugando el trabajo de Juan con las experiencias de Jimena que acorde al
clima se ha pasado los fríos trabajando cuidadosamente el fieltro, creaciones
que activan el alma del lugar y que se pueden encontrar en la biblioteca, la
cocina y a los costados de la estufa junto con la obra de distintos artistas
que habitan los rincones, que crean pequeños mundos de fotografía, pintura y
escultura y engordan la biblioteca del salón.
Satori vuelto posada recibe hasta a
diez viajeros a la vez; en el segundo piso divididos en tres cuartos, habrá
quienes ocupen la cama matrimonial, quienes compartan una recámara doble en una
cucheta o el dormitorio comunitario con seis camas más. Lo cierto es que estén
donde estén los viajeros contarán siempre con una ventana al mar y ese susurro
que calma las noches y trae consigo el sueño profundo.
Por dentro la casa se ilumina
levemente cada noche fruto de la recarga solar que los paneles recogen durante
el día. ¿Ducha caliente? ¡Claro que hay! Los bañistas pueden quitarse la arena
en el baño exterior durante el día y tomar una ducha calentita en el baño interior
cuando el cuerpo se los pida.
En Satori Valizas el reencuentro es
sinónimo de fiesta, porque nos acostumbramos a que vuelvan los mismos viajeros
que a su vez traen a nuevos amigos así como a la llegada de otros que supieron
por comentarios que aquí la pasamos bien. Quizás fue producto del tiempo que
adquirimos ritmos como ritos que casi de manera natural alinean el
funcionamiento del espacio.
Como buenos epicúreos, nuestras
especialidades gourmet comienzan en la mañana cuando la cafetera italiana esparce
su aroma y el pan casero de Jimena despierta a los madrugadores que entre 8:30
y 10:30 bajan a desayunar. Conocemos lo que ofrecemos, como la miel del
desayuno que viene de un árbol que hemos visto crecer y las mermeladas caseras
producidas por los vecinos del balneario.
Es así que cada noche la cocina se
vuelve punto de encuentro. Si no es Juan que explora una nueva receta es Jimena
que presenta sus clásicas pizzas caseras; hasta que los viajeros van tomando
confianza y de los estantes surgen nuevos condimentos y de las charlas nuevos
cocineros, ayudantes y chefs que noche tras noche exponen sus talentos en una
suerte de competencia donde los comensales son los verdaderos ganadores de
placer.
Y pensando un poco en ese otro lado
que es el del huésped, es que en estos últimos tiempos nos hemos dedicado a
viajar pasando como espías por distintas posadas del mundo, posadas hermanas
con distintas propuestas pero procurando siempre el calor de un hogar. Desde
Argentina a Europa las experiencias han sido satisfactorias, porque existen
sitios en el mundo que abiertos esperan la charla amiga, crear rincones de
relax donde compartir sabores característicos y dejar impresos recuerdos que
son enseñanza. De estas últimas excursiones hemos nutrido nuestra casa con
condimentos y nuevas recetas e historias para contar.
2016 se aproxima y para ese entonces
todo estará listo, Zen el perro labrador cumplirá años y estará atento junto a
Fresia la felina del hogar esperando los mimos del calor.
Allá en Valizas, en un rincón pesquero
donde las olas rompen fuerte y el viento tiene su propia personalidad, un poco
antes de las dunas, las piscinas oceánicas, al costado del arroyo pesquero, de
espaldas al bañado, el Satori Valizas espera en calma el arribo de un nuevo año,
un cúmulo de actividades, visitas y experiencias que como siempre darán para
hablar.
¡Qué venga el nuevo año, el calor es
de todos, pero el descanso espera acá!
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ValeNTINA Viettro
................ Arte & Gestión ................
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